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Lamento de Frodo por Gandalf
Este es el intento de poner en palabras el sentimiento de pérdida de Frodo por su amigo Gandalf. Frodo la canta durante la estancia de la Compañía en Lórien, y la última estrofa es una invención de Sam, que pensaba que debía haber algunos versos dedicados a los maravillosos fuegos artificiales del Istari.
Véase Capítulo 7 - El Espejo de Galadriel del Libro Segundo de 'La Comunidad del Anillo'.
Traducción Española
Cuando la tarde era gris en la Comarca
se oían sus pasos en la colina;
y se iba antes del alba
en silencio a sitios remotos.
De las Tierras Ásperas a la costa del este,
del desierto del norte a las lomas del sur,
por antros de dragones y puertas ocultas
y bosques oscuros iba a su antojo.
Con Enanos y Hobbits, con Elfos y con Hombres,
con gentes mortales e inmortales,
con pájaros en árboles y bestias en madrigueras,
en lenguas secretas hablaba.
Una espada mortal, una mano benigna,
una espalda que la carga doblaba;
una voz de trompeta, una antorcha encendida,
un peregrino fatigado.
Señor de sabiduría entronizado,
de cólera viva, y de rápida risa;
un viejo de gastado sombrero
que se apoya en una vara espinosa.
Estuvo solo sobre el puente
desafiando al Fuego y a la Sombra;
la vara se le quebró en la piedra,
y su sabiduría murió en Khazad-dûm.
Los más hermosos fuegos nunca vistos:
estallaban en estrellas azules y verdes,
y después de los truenos un rocío de oro
caía como una lluvia de flores.
Original Inglesa
When evening in the Shire was grey
his footsteps on the Hill were heard;
before the dawn he went away
on journey long without a word.
From Wilderland to Western shore,
from northern waste to southern hill,
through dragon-lair and hidden door
and darkling woods he walked at will.
With Dwarf and Hobbit, Elves and Men,
with mortal and immortal folk,
with bird on bough and beast in den,
in their own secret tongues he spoke.
A deadly sword, a healing hand,
a back that bent beneath its load;
a trumpet-voice, a burning brand,
a weary pilgrim on the road.
A lord of wisdom throned he sat,
swift in anger, quick to laugh;
an old man in a battered hat
who leaned upon a thorny staff.
He stood upon the bridge alone
and Fire and Shadow both defied;
his staff was broken on the stone,
in Khazad-dûm his wisdom died.
The finest rockets ever seen:
they burst in stars of blue and green,
or after thunder golden showers
came falling like a rain of flowers.