Todos escucharon mientras la voz clara de Elrond hablaba de Sauron y los Anillos de Poder y de cuando fueron forjados en la Segunda Edad del Mundo, mucho tiempo atrás. Algunos conocían una parte de la historia, pero nadie del principio al fin, y muchos ojos se volvieron a Elrond con miedo y asombro mientras les hablaba de los herreros elfos de Eregion y de la amistad que tenían con las gentes de Moria y de cómo deseaban conocerlo todo y de cómo esta inquietud los hizo caer en manos de Sauron.

El Señor de los Anillos, de Reiner Knizia

Iniciado por Falenthal, 28 de Diciembre, 2014, 23:56:34

Tema anterior - Siguiente tema

Falenthal



Primero de todo os remito a una reseña fácil de leer, pero descriptiva de lo que implica jugar a este juego. Es del blog FritoXJugar:
http://fritoxjugar.netau.net/esdlaknizio_opinion.htm#opinion

Dicho esto, os doy mi propia opinión después de un par de partidas en solitario.

Creo que es un gran juego, y que tiene toda una faceta cooperativa que está clavada. Las ilustraciones de Howe ayuda a que entre por los ojos, claro, pero el gran valor de este juego es su representación del trabajo en equipo.

La mecánica es sencillota, pensada para la gente que normalmente no juega a juegos de mesa "serios". Yo pienso que al menos uno del grupo debe estar familiarizado con los juegos de mesa complejos, por que si no es fácil que los demás se sientan abrumados con símbolos, decisiones, etc. No es que hayan muchos, pero creo que los suficientes para que un jugador de parchís y monopoly se tire para atrás.
Por contar una batallita, decir que yo tengo el juego precisamente porque unos amigos (que ni juegan a rol ni nada, pero les molan mucho las pelis) se lo compraron para jugar en familía. Después de leerse las instrucciones un par de veces, desistieron y me regalaron el juego. No habían ni destroquelado las fichas para hacer una prueba.

Acostumbrado como estoy a que estas cosas, por muy fáciles que sean, hay que ponerse a montarlas para entender algo, destroquelé, seguí la hoja de Preparativos, y me puse al lío. Es verdad que las instrucciones dejan algunas dudas que tuve que resolver en foros y demás, pero una vez hechos dos o tres turnos, la mecánica es repetitiva y ya no tiene ningún misterio. Lo interesante son las decisiones que cada jugador toma en su turno.

En un mes o así me he comprometido a enseñarle a jugar a estos amigos, y en medio pretendo hacer una partida con mi mujer.
Pienso que es un juego perfecto tanto para jugadores expertos como para novatos (aunque reitero que algún experto debe estar presente), pero ya os confirmaré con mi próxima experiencia.


Falenthal

Después de unas cuantas partidas, la última de ellas con mi grupo de rol (nos quedaba una horita y media libre al acabar la partida del día), he de retocar un poco mi opinión.

El juego me sigue gustando, pero diría que un poco menos de lo que me esperaba. Primero de todo, por que no he logrado ganar ni una partida. No lo digo por rabia, pero sí por que creo que el juego tiene una dificultad algo frustrante. Diría incluso que obliga a que lo juegues muchas veces para poder tener alguna posibilidad. Recordemos que este juego no está dirigido a amantes de Arkham Horror ni de La Guerra del Anillo, así que quizás exije demasiado a los jugadores.

Y unida a la primera hay una segunda crítica: me da la sensación de depender demasiado de la suerte. Todas las veces que he/hemos perdido, se hacía evidente que las fichas que sacas al azar para avanzar definían más nuestro destino que cualquier estrategia.

No quiero tirar el juego por el suelo ni nada de eso, me sigue pareciendo que la parte cooperativa es genial y siempre llega un punto en que algún hobbit se tiene que sacrificar para que otros lleguen con posibilidades a la parte final de Mordor. Además, me lo he pasado muy bien siempre que he jugado, de modo que seguro que echaré más partidas. Pero me fastidia un poco que un juego que es sencillo en la profundidad de la experiencia que ofrece (no es el Middle-Earth Quest, ni el ya nombrado Guerra del Anillo) te ponga tan contra las cuerdas y te de tanta sensación de no poder evitar la derrota de ninguna manera.