menu_book Obra ⇁ place Lugares

Cuernavilla

Fortaleza

Situación geográficaAntigua fortaleza de Gondor junto a Aglarond, construida en los tiempos de Isildur y Anárion. Los rohirrim la llamaron primero Súthburg (en Inglés Antiguo «Fortaleza Meridional»). Luego el Rey Helm Mano de Hierro le dio el nombre de Cuernavilla, pues cuando soplaba su cuerno desde la torre, el eco resonaba en el Abismo, «como si unos ejércitos largamente olvidados salieran de nuevo a combatir de las cavernas y bajo las colinas.»

Se halla sobre un espolón de roca, Thrihyrne («Tres Cuernos»), a la entrada de un abismo que se introducía en el risco más septentrional de las Montañas Blancas o Ered Nimrais.

Aquí Helm se quedó encerrado durante el Largo Invierno de 2758-59 T.E. Por él, el despeñadero se llamó «Abismo de Helm». En la parte posterior del Abismo se hallaba la entrada protegida a las cavernas de Aglarond, donde los rohirrim tenían sus provisiones.

Cuernavilla era el fuerte más importante del Folde Oeste de Rohan; en tiempos de la Guerra del Anillo la comandaba Erkenbrand, también Señor de Folde Oeste en las fronteras de la Marca. Desde aquí se apostaban centinelas en los Vados del Isen, que defendían las tierras contra los dunlendinos. Esta protección fracasó cuando los dunlendinos se aliaron con Saruman, porque en las proximidades de Isengard podían cruzar el río por numerosos lugares. Por ello, en la guerra entre Isengard y Rohan, entre febrero y marzo de 3019, fue imposible mantener los Vados. Los enemigos (dunlendinos, uruks y medio orcos, todos con el emblema de Saruman, la mano blanca, en sus yelmos y escudos) avanzaron contra Cuernavilla, cuya guarnición había sido fortalecida por el Rey Théoden y su ejército de Edoras.

Un abovedado canal por el que el agua de un arroyo corría hacia el valle traspasaba la Puerta de Helm, una empalizada de unos 20 pies de altura, que cerraba el paso al Abismo. Allí los uruks abrieron una brecha y pronto tuvieron el abismo en su poder; los defensores hubieron de retroceder hasta la fortaleza y las cuevas. Sin embargo, cuando los ucornos del Bosque de Fangorn llegaron en su ayuda, la mayoría de los dunlendinos se entregaron y los uruks desaparecieron para siempre entre los árboles sedientos de muerte.