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Miles de personas se echan a la calle para demostrar su apoyo a «El Hobbit». Quieren que la producción se mantenga en el país y no viaje al extranjero. De ello dependerá buena parte de la economía de la zona.
Nueva Zelanda está en la calle. En vista de los problemas con el sindicato de actores NZ Equity, que busca una mejora sustancial de sus condiciones laborales, miles de neozelandeses han tomado algunas de las calles de Wellington, Auckland, Christchurch, Hamilton, Queenstown y Matamata. Lugares donde se tiene previsto rodar «El Hobbit» y que ya sirvieron de escenario para la trilogía del Anillo.
«Aquí es donde nació la Tierra Media y aquí es donde debería quedarse» afirma Jackson. Pero también sabe que si los problemas sindicales continúan no tendrá más remedio que poner rumbo al norte con todas las consecuencias. Canadá o Escocia ya están siendo rastreadas en busca de escenarios aptos para los films.
El cambio de país puede ser demoledor para la industria de la pequeña isla. Según los datos Warner invertirá en esta producción 500 millones de dólares que volarían de aquellas tierras. «El Señor de los Anillos» supuso para la zona una explosión económica: primero por la inversión de un año el rodaje y segundo por todo el tema turístico que aportaron a ciertos parajes, una campaña publicitaria para el país de incalculable valor.
Fijaos la importancia de «El Hobbit» que el primer ministro ya se ha puesto manos a la obra para introducir cambios en la legislación para retener esta producción. Los productores han llegado hoy mismo para reunirse con él y estudiar las posibles soluciones. De hecho el propio sindicato de actores ha declarado que no luchará contra la bilogía.
Jackson quiere «El Hobbit» en Nueva Zelanda. Los neozelandeses quieren «El Hobbit» en su país. ¿Lograrán llegar a un acuerdo para solventar los problemas? Las posiciones están claras y no creo que vayan a moverse mucho. La suerte está echada.
